¿Quién diría que abandonar la comodidad de Google para fundar una startup podría ser tan complicado? Al parecer, muchos ex-investigadores de inteligencia artificial de Google lo están descubriendo por las malas.

  • Un ejemplo reciente es H, una startup francesa de IA que, tras levantar $220 millones en su ronda “seed”, perdió a tres de sus cinco cofundadores en menos de un año debido a "desacuerdos operativos y comerciales".

  • No están solos. Startups como Inflection, Adept y Character, también fundadas por ex-Googlers, han terminado siendo adquiridas antes de cumplir tres años, o están luchando por sobrevivir en un mercado saturado.

¿Qué significa esto? Pasar del laboratorio a liderar una empresa rentable es como cambiar de idioma sin diccionario. Se necesitan habilidades muy diferentes, y no todos logran adaptarse. Suma los costos estratosféricos de la IA más la competencia, y tiene sentido que estos startups acaben como “acqui-hires” (comprados por su talento).

En perspectiva: Aunque algunos fundadores podrían volverse millonarios con estas ventas, los inversionistas no están viendo los retornos esperados. Esto podría hacer que en el futuro lo piensen dos veces antes de abrir la chequera para cualquier ex-investigador de Big Tech con sueños de startup.

Fuente: The Information